Unos tristes versos de disculpa

Perdonad,
había olvidado que se puede vivir con el corazón roto,
el alma templada, los ojos en las manos,
aire en las entrañas, los sueños en los pies.

Perdonad,
por las metáforas manidas,
por la mediocre poesía del desespero,
por mis silencios, por mis ausencias,
y por sustituir las lágrimas sinceras por humor.

Perdonad,
porque hace tiempo que no escucho a nadie,
y me alimento de palabras que yo misma he cocinado,
dándoles vueltas, desgastándolas,
regodeándome en la levedad de mi ser.

Perdonad,
había olvidado que no hace falta estar sola,
que no sirve de nada esconderse del teléfono,
que las heridas sanan mejor si las destapas,
que las personas tienen derecho a arrastrarme
hasta que recupere el timón y el compás.

Perdonad,
porque le debo mucho más a la vida
que unos tristes versos de disculpa.

1 comentario:

Poeta Carlos Gargallo dijo...

Me encantó tu poema, este y los demás, espero que continues escribiendo, sabes ya que escribir poesía es cantar hacia el interior y llorar hacia fuera, felicidades.
Un abrazo.